Abrigo.



¡Inhalé aire!
Sabía perfectamente que estaba perdida otra vez, que inevitablemente quería sus manos entre las mías, abrigándome, sometiéndome a su placer y al mío.
¡Inhalé aire!
Entreabrí los labios para que se acercara y me amara por un instante con todo su ser...es la única forma que tiene de hacerlo, entregándose entero, sin miedo, sin pensar...rozándonos con la ropa puesta, sabiéndonos entregados. Ese instante de tiempo somos uno con identidad variable, locos por ese placer mecedor que acuna cada excitante movimiento...
¡Inhalamos aire!
La cama es refugio de calor y color 
Revueltos entre dedos que arañan los muslos y sobrecargan el pecho que baila al compás del deseo, que se estremece...dedos que alcanzan límites sin barreras y que consiguen que el balanceo de caderas excite el ritmo...
¡Sujétame, no me sueltes!
Siento cómo jadea. Entra en mí, le gusta tanto, me gusta tanto. Siempre me siento inmensa entre sus muslos... Abrimos los ojos...estamos juntos en esto...nuestros rostros se acarician cuando nuestra lengua recorre mejillas, cuello y se duerme en nuestros oídos...
Somos un sólo espasmo rodeado de posesión y armonía. Eróticos. Deseosos siempre a pesar de nosotros.

Mitch


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